CHARANGO AREQUIPEÑO(PAMPEÑO)
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Original upload date: Fri, 10 Feb 2012 00:00:00 GMT
Archive date: Sun, 28 Nov 2021 02:12:33 GMT
Charango arequipèño, es usado en la region del mismo nombre. consta de 15 cuerdas metalicas, con un tiro de 32 cm. afinaciones usadas, son diablo con 4 orden grave y santo domingo , aunque existen otr
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as menos conocidos.
El charango en Arequipa está más vinculado a la música indígena-mestiza del poblador de las zonas rurales aledañas a la ciudad --es decir, al loncco-, principalmente la que se toca en las fiestas de carnaval. Hoy en día, varios de estos poblados tradicionales han sido absorbidos dentro del casco urbano (Yanahuara, Cayma, Miraflores, Tiabaya). Los distritos que aún conservan algo de vida rural son Socabaya, Paucarpata, Sabandía, Characato, Chiguata, Quequeña, Yarabamba, Pocsi, Mollebaya y Polobaya.
La evidencias indican que el pequeño cordófono llegó en las manos de los pobladores de la zona del Collao. El viajero francés Paul Marcoy habla de él cuando estuvo por estas tierras en la década de 1840 . En el trayecto de Arequipa a Lampa, estando en el pueblito de Cabana, pone en boca del arriero que lo guía la siguiente descripción: "nuestros indios van a estar diez o doce días en campaña. Al cabo de ese tiempo, si han llenado su chuspa con metal, separarán algunas piastras que adeudan a las autoridades superiores. Con el resto comprarán aguardiente, coca, y luego, ya de retorno a casa, bailarán al son de la trompeta de hojalata y del charango, beberán hasta embriagarse y zurrarán a sus esposas para enseñarles a no abandonar otra vez el techo conyugal..."
Hace una segunda mención cuando llega al pueblo de Pucará (Puno), refiriéndose a las danzas que se dan en la feria local de diciembre: "Durante los quince días que dura la feria, los ecos de la puna, acostumbrados como están a no repetir sino el balido de los rebaños o los suspiros del viento, retumban con el redoblar de los tambores, la fanfarria de las cornetas de latón, los mugidos cavernosos de los pututos o cuernos de Amón, los acordes melódicos de la quena y del pincullo, dos tipos de flautas, y el charango, guitarra nacional de tres cuerdas que los indígenas fabrican ellos mismos con la mitad de una calabaza, a la que adaptan un mango y las tripas de un gato. Las vociferaciones de la multitud, los ladridos de los perros, los relinchos de los caballos y de las mulas, la crepitación de las frituras y el chisporroteo de los fogones que arden al aire libre, forman el bajo de ese salvaje concierto"